domingo, 13 de julio de 2008

Cambio de casa

Por estos días me estoy cambiando de casa en el cyberespacio.

Me voy a calcular a otro lado, pero por mientras los viejos posteos se quedarán acá, hasta que me cambie con monos y petacas.

Los espero en mi nueva casa, que todavía no tiene muebles, pero si se sienta con la espalda hacia la muralla con un copete en la mano, igual la pasará la raja!!

Saludos

Pablo Medina Cofré

miércoles, 2 de julio de 2008

Resignación

¡Qué difícil palabra!

Yo no me puedo resignar con la facilidad que quisiera. El resignarse no significa ser looser, sino muchas veces significa ser lo suficientemente valiente para enfrentar con la mayor de la entereza un destino inevitable, entereza que a veces simplemente no tengo.

Si se anda en busca de la sabiduría, quizás sea necesario hacer una pausa en la estación de la resignación, y quedarse ahí lo suficiente hasta que los pulmones se alarguen de tanta respiración profunda, de esa que te recorre desde la cabeza hasta el estómago, sintiendo la energía vital del oxígeno como avanza por la columna vertebral.

Respiro profundo, veo mis posibilidades, dejo de lado mi egoísmo y un “godspeed” sale sincero. Quien sabe qué pasará en el futuro, por lo que quizás la resignación sea el camino clave para vivir en paz, lograr gozar de la pausa interior adquirida en el último tiempo y para preparar de mejor manera el mañana incierto.


Canción Recomendada:

Para momentos profundos e intensos como este, una canción que una vez me acompañó en un momento difícil, y hoy lo hace de nuevo dándome su calma.: The scientist, de Coldplay

viernes, 27 de junio de 2008

Hora de balances… not yet!

Estoy llegando al final de este largo viaje… fue agotador, pero a la vez entretenido. Me imagino que se dieron cuenta que no actualizaba mi blog desde que estaba en Milán, y mucha agua ha pasado por debajo del puente. Han sido varios los lugares que he visitado desde entonces, y muchas de las aventuras han sido en tren.

Comienzo contando que el miércoles pasado tomé un tren nocturno desde Milán con rumbo a Duisburg, en donde tenía una reunión con un profesor. El tren era uno de segunda clase, por lo que no tenía asientos reclinables. Era uno de estos trenes en donde tienes salitas de 6 asientos, tres en frente de los otros tres, como esos en donde viaja Harry Potter. En esta salita viajábamos dos canadienses, un señor de Etiopía (no sé cuál es el gentilicio) una señora de suiza y yo. Conversamos muchas cosas, compartimos experiencias de viaje, y nos despertamos a cada rato que pasábamos una frontera para revisarnos los pasaportes. Con mucha rabia les cuento que los tipos ni revisaban los pasaportes de Canadá, pero si miraron con mucho detalle el mío, y mejor no les cuento como revisaron el de Etiopía.

Después de la reunión con el profesor en Duisburg, me fui directo al hotel a dormir, ya que había dormido muy poco los días anteriores, y al día siguiente fui a ver a una ex compañera de universidad a Aachen (cerca de Duisburg) que se está doctorando por esos lados. Fui a su departamento, que lo tiene muy lindo por lo demás, y me encontré con otro compañero de universidad que vive cerca. Fuimos a comer, en la tarde ñoñeamos con temas eléctricos y nos tomamos una botella de vino chileno que llevé para esos lados.

Se me hizo tardísimo, así que tomé un tren como a las 3 de la mañana para volver a Duisburg, y más encima no me di cuenta que había que ser un transbordo, por lo que me quedé tirado en Duseldorf como por una hora y media… llegué al hotel a las 7 am. El haber llegado a esa hora no es tan terrible, pero es complicado cuando tienes que tomar un tren al día siguiente a las 10:00 am, por lo que alcanzas a dormir muy poco. Pues bien, este fue mi caso, ya que el día anterior conocí a una niña de Concepción que también está doctorándose por allá pero en Biología, y quedamos de acuerdo de visitar Amsterdam.

We’re going to talk about Sin City

Amsterdam, famosa por su Barrio Rojo y sus Coffee Shops, es una ciudad hermosa. El viaje nos tomó casi cuatro horas en tren, y conversamos con esta niña de la vida y del amor también (cito a Francis Cabrel). Ese día sábado jugaba Holanda contra Rusia, y era la locura en las calles de Amsterdam. Después de un par de iteraciones en busca de alojamiento, poleras y un lugar para ver el partido, dimos con un bar y nos sentamos en la barra a tomar toda la Heineken posible de extraer de los tubos del bar, mientras veíamos como Holanda sufría, y como finalmente fue derrotado. De ahí, a buscar alojamiento, y una vez instalados fuimos a hacer una visita a un Coffee shop, que básicamente es un lugar en donde venden marihuana, café, jugos y bebidas, pero no alcohol (o si no, imagínense la locura). En estos lugares tienen una carta y tu puedes elegir marihuana, hachis, entre otras hierbas.

Más tarde fuimos de bar en bar tomando cerveza y escuchando música electrónica, y haciendo salud siempre mirándonos a los ojos (no tengo 7 años de sobra). Después de ese carrete, un poco de tuto y al día siguiente fuimos a recorrer la ciudad, y una de las cosas más bonitas que voy a recordar de este viaje fue el habernos sentado con esta niña a comer nuestra ensalada de frutas y yogur a una orilla de un canal en Amsterdam, frente a la casita de Ana Frank. El día estaba muy agradable, los botes pasaban, nosotros desintoxicándonos y conversando de la vida.
Después de una cerveza en un restaurant al aire libre, fuimos a comprar té en ramas a una tienda especializada en el asuntito y de ahí al barrio Jordán, que es un barrio muy tranquilo, con casas muy bonitas. Ahí nos sentamos otro rato y descansamos, antes de tomar el tren de las 5 de la tarde de vuelta a Alemania.

De vuelta en Aachen a las 9 de la noche, encontré un tren a las 10 con rumbo a Frankfurt, que llegaba a las 2 de la mañana a la estación del aeropuerto. Esa noche tenía una reserva en un hotel de Frankfurt, pero la perdí porque me demoré mucho en conseguir un buen mapa para llegar al hotel, así que simplemente busqué un rincón en el aeropuerto que tenía sillas y me tiré a dormir a lo largo de tres sillas, al menos unas tres horas antes de la entrega de maletas.

No conocí Frankfurt, sólo sui enorme aeropuerto, y de ahí comenzó mi viaje a Canadá.


So, Are you from Canada eh?

Los canadienses le agregan un “eh” al final de las oraciones, tal como nosotros le agregamos el “po”. Así que molestado mucho a los hojas de maple, jejejeje.

Me vine en un Boeing 777… brutal!! La primera clase tiene unos asientos espectaculares y con mucha privacidad. Nosotros, el perraje, teníamos asientos cómodos y buena entretención a bordo y muy ricas comidas. El vuelo duraba 8 horas, y llegué a Canadá al medio día hora de Montreal y hora de Chile. El aterrizaje en ese avión casi no se siente.

Merece un comentario aparte la lentitud de la entrega de las maletas en Montreal… horrible.

Después de esa pesadilla, compré a la entrada del aeropuerto un mapa de Montreal, y comencé a ver donde estaba mi hotel. Sentado al lado mío un tipo me dijo si necesitaba ayuda, y yo le dije “no, muchas gracias, sólo estoy tratando de ubicarme”. Después de un rato de peleas con esta sábana de papel, supe a donde tenía que ir, y le pregunté al mismo tipo acerca del valor de un taxi hasta allá. Me dijo que costaba 36 dólares, pero que no me preocupara: si lo esperaba 15 minutos, el me llevaba hasta mi hotel en su van. Resulta que este tipo estaba con su novia taiwanesa esperando a unos clientes de Singapour, y le había pedido a su papá prestada la van, por lo que tenía mucho espacio. Conversamos un montón y ahí supe que es mentira que a los chilenos nos ven como ladrones en Canadá (la típica historia del cartelito en las tiendas que dice que si ve robando a un chileno, es parte de su cultura). Al final, me dio su tarjeta por cualquier cosa que me pudiera pasar. No-ta-ble.

¡Me alojaron en el Sheraton! En todo caso, la pieza no era la gran maravilla, pero era el Sheraton. Una ducha, responder e-mails y a caminar un poco por las calles del centro de Toronto, que dicho sea de paso es una ciudad muy bonita.

Al día siguiente me fui a la conferencia de usuarios de CYMCAP, que es un programa para cálculo de cables eléctricos, y la razón de mi visita a Montreal. Ahí conocí a Alejandro Hernández, quien es el vendedor para América Latina con quien he intercambiado muchos correos desde que compramos el software, y también conocí a los programadores, con quienes también en su momento les hice llegar mis más grandes dudas. Creo que estoy a buen nivel en lo que se refiere a cálculos de cables: conozco bien la teoría y las restricciones que te impone la práctica, por lo que pude hacer buenas sugerencias para versiones futuras del software, y disfrutar de las mejoras que pronto se vienen. De ahí, un happy hour en el hotel, en donde conocí a un texano loco de Dallas, un tipo de Ohio y al viejo loco de Ron Davie de Nueva Zelandia. Créanme que los ingenieros en todas partes del mundo cuando nos juntamos, hablamos montones de estupideces al por mayor. Después fuimos a cenar a un restaurant polaco al cual me invitó Alejandro, y más tarde nos encontramos en una terraza (un lugar con mesas y sillas pa tomar) con otros empleados de la compañía que hace el software, así que le dimos duro a las chelas.

Se suponía que el curso duraba un día, pero una programadora amablemente ofreció una sesión especial para tratar casos especiales y responder dudas. Al final fuimos sólo dos personas, lo cual para mi estuvo mucho mejor, ya que así pude discutir mucho. Almuerzo, de vuelta al hotel y después me fui a Gibbi’s a una comida con todos los participantes de la conferencia. El local queda en el viejo Montreal, y su especialidad son las carnes. Todo estuvo muy rico, acompañado de un buen vino tinto italiano y de conversaciones acerca de viejos capítulos de los Simpsons. Dado que estábamos comiendo carne, salió al baile el “You can’t make friends with sallads”, que acá en Chile se conoció como “no vives de ensaladas”. Después de eso, nos fuimos a tomar otros tragos y ahí conocí a un cabro joven de EEUU con el cual conversamos cuanta estupidez era posible, desde algoritmos genéticos, PSO, redes neuronales hasta las minas ricas del cine, pasando por NBA, MLB y NFL. Más tragos y de ahí al tuto.

Al día siguiente me cambié de hotel, ya que esa noche tenía que pagarla yo, y el Sheraton estaba muy caro. Así que me fui a uno por ahí cerca, que costaba 100 dólares menos, peor estaba muy bueno y no tenía nada que envidiarle al Sheraton. Además la vista que tenía en mi pieza era muy buena. No hice nada en el día, salvo descansar y ver el partido de España, y de ahí me fui a juntar con Alejandro y Ron de Nueva Zelandia. Después de escuchar la triste historia del disco duro de Ron, nos fuimos al Festival de Jazz, previa detención en un restaurant cuya especialidad eran las costillas. Pedí un plato espectacular, que tenía costillas, pechuga de pollo, camarones, papas fritas y repollo, y Ron me pidió que eligiera un vino. Yo me fui a la segura y pedí un Cabernet Sauvignon del Valle del Maipo, Santa Rita. Los tipos quedaron locos con nuestro vino!!

El festival de jazz en Montreal es a todo dar. Cuenta con 5 escenarios en donde hay shows gratis y otros shows indoor por los cuales debes pagar, con artistas son de primer nivel. Sin ir más lejos, ayer estaba Gilberto Gil en uno de estos espectáculos pagados.

Así que pude escuchar muy buena música y gratis, y de ahí me fui al hotel.


Hora de Balances… now’s the fucking time!!

Ahora voy con rumbo a Toronto en el tren, y quiero decir que el viaje estuvo espectacular. Son tantas las cosas que quiero decir que creo que será mejor enumerarlas:

-La calidad de los ingenieros eléctricos de la Universidad de Chile es de clase mundial

-La gente que he conocido en este viaje debe ser lo más positivo de todo. El viejo que me ayudó en Milán a buscar el hotel, que inundó la calle Arquímides con un “Prego”… ¿por qué no aprendí a hablar italiano para poder sentarme a hablar con el por horas? Para que hablar de la niña de Concepción, con quien se me dio fácil la conversa… la mina era total !!, mis ex compañeros en Alemania, el profesor de Brasil y su “café mariconito”, el tipo de Canadá que me llevó gratis, un griego que me acompañó mientras estaba tirado en Duseldorf, Alejandro, Ron, Jason… pura gente buena onda.

-Un kilo de mierda pal micrero italiano que “solo parla italiano”, y pa los giles de los controles fronterizos.

-La ayuda que me dio Ingendesa para venir acá fue determinante. Sin esta, no habría sido capaz de haber hecho todas las cosas que hice.

-Lo que vi, lo que olí, lo que oí y lo que comí son sensaciones que nunca voy a olvidar.

- Y quizás lo más importante… tenemos todo en nuestro país para tener una mejor calidad de vida. Tenemos los mismos paisajes, quizás más recursos naturales, es nuestro turno de hacer las cosas bien, con esfuerzo, con gusto y con ganas.

Hoy voy a dar una vuelta por Toronto, pero no creo que sea muy larga. Lo más seguro es que no me voy a sentar a escribir de nuevo por un par de días.

Comienzo a volver a casa, comienzo a volver a mis amigos, y a mi familia… Angelito, tay por ahí?

I had the trip of my life!!

miércoles, 18 de junio de 2008

Milán de mierda!!

Mientras espero que mi ropa se lave en un “lavanderie self-service”, le cuento que definitivamente odio Milán. Cuando llegué no sabía como tomar micro, así que me subí a una y le pedí ayuda al chofer: “Io solo parlo italiano” me dijo, y ni siquiera me trató de entender… algo me dijo, pero no fue suficiente. No quiero contar mucho de aquel domingo, que más encima me llovió mientras yo caminaba de vuelta mi hotel, y tampoco sobre le tipo que me mojó con el auto.

Hoy en la mañana me quise levantar temprano, pero no fui capaz. Me levanté con la idea de que tenía que lavar ropa, porque la limpia se me había acabado, y elaboré el siguiente plan:

- Dejar muchas cosas en la maleta y la ropa que quería lavar en mi mochila
- Salir del hotel, tomar la micro hasta la estación de trenes y dejar la maleta en custodia
- De la estación ir al centro de lavado para lavar y secar mi ropa
- Volver a la estación, dejar mi mochila y salir a turistear.

El problema fue que el plan se me cayó en el segundo paso, porque la maleta superaba los 20 kilos, y estos italianos de la sua mamma no aceptan más que ese peso (ni en los aviones te ponen estos problemas)

La cosa es que estaba medio desanimado, pero me dije que de nuevo no debía dejarme ganar por estos milanes de mierda, así que con llegué con mi maleta y mi mochila, en un trole lleno, al centro de lavado.

Milán me recordó a Santiago, y si tengo que volver acá algún día será en otras condiciones, después de haberlo pensado muy bien. Mejor les cuento como me fue en Fiorenze y Venecia y les digo además que el siguiente texto es una transcripción de las notas que fui tomando a medida que recorría las ciudades.

16 de junio

Me gustan las estaciones de trenes. Siempre se ve gente muy apurada, a veces corriendo. En general, aeropuertos, terminales de buses y estaciones de trenes son lugares muy intensos: a veces no sólo vas a dejar a una persona, vas a dejar esperanzas, sueños. Otras veces sólo se limita a ver cómo el ser amado se aleja.

La estación central de Milán no escapa a esto. Aquí he visto gente hablando desde el andén con sus seres queridos, aprovechando los últimos minutos que les queda. Luego, los trenes se alejan.
Los cafés de las estaciones son otro tema. Un buen café de estación debe tener perfecta vista hacia los andenes. Panes, bebidas, cafés y jugos son lo típico del menú. Acá en Milán he comido unos sándwiches muy ricos (panini). Por ejemplo, el clásico jamón, queso y tomate, pero con mozarella, prosciuto e pomodoro, todo dentro de un pan de una masa increíble.

El patio de maniobras de la estación de Milán es típico: un peladero feo, muchas estructuras, rieles y catenarias por doquier. Por ahí aparecen unas casetas de control y también quedan vestigios de las tomas de aguas que se usaban para abastecer de este fluido de trabajo a las antiguas locomotoras a vapor.

El tren en el que viajo dista mucho de esas antiguas locomotoras, muy bellas e ingeniosas por lo demás. Viajo en un tren eléctrico de alta velocidad (dicen que puede alcanzar los 250 km /h), y viajo en primera clase “posóm” y es muy cómodo. Tengo un buen asiento y una mesita sobre la cual me apoyo ahora con mi cuaderno y mi lápiz.

Voy viajando a Firenze (Florencia). Dicen que es una ciudad muy hermosa. Lo vengo escuchando desde que tengo 9 años, cuando transmitían el mundial de futbol de Italia 90.
El centro histórico de Firenze es maravilloso, es llegar al renacimiento. Mi primera detención fue en una catedral impresionante, que queda frente al baptistorio de Fireze, en donde se bautizaron los ilustres ciudadanos como por ejemplo un tal Dante Aliegeri. Pinturas en las murallas, esculturas y una cúpula con un fresco muy bonito, típico de aquella magnífica época de la humanidad.

De ahí me fui en busca de cosas relacionadas con la familia Médici, que dicho sea de paso siempre me han llamado la atención no sólo por haber sido protectores de grandes artistas, sino porque algo de misterio le encontraba. Después supe que pusieron a uno de los suyos como papa y empezaron el negocio de las indulgencias… qué más se podía esperar de una familia de comerciantes.

Mi primera detención fue en una capilla en la cual Donatello trabajó muchísimo, de hecho sus restos descansan a un costado de esta. Este muchacho parece que no le hacía mucho a la pintura, pero si era buen albañil renacentista, es decir, era un magnífico arquitecto y escultor.

Esta capilla tiene dos altares menores y un altar mayor, y detrás de él tiene un órgano. También hay uno en un balcón muy lindo, y se cree que este balcón fue hecho por Donatello. También hay frescos en las cúpulas, relieves, vitrales y muchas pinturas, de las que rescato una llamada “San Guiseppe falegname con Gesù”, que si bien no es renacentista, es muy llamativa, y se puede ver como José le enseñaba carpintería a Jesús cuando este era un niño. También hay dos cofres a cada lado de la capilla con relieves, montados sobre columnas, también atribuidos a Donatello.

De ahí me fui al Palacio de los Medici, que queda cerquita. Lleno de esculturas y con un pequeño jardín en su interior. Al momento de mi visita estaban montando una exposición con borradores de artistas maestros, y los analizaban no como una cosa anecdótica, sino como una herramienta de estudio y de aprendizaje, en donde se desarrollaban los estudios preliminares y donde las ideas comenzaban a tomar forma (modelo). El más notable era uno de Francesco Hayez, correspondiente a la pintura “Sansone e il leone”. Primero parte con un Sansón sin ropa y sin mucho pelo. Después en otro borrador estudia la postura y llega a algo más refinado, y esto en otro borrador lo superpone a un león muerto que previamente había sido estudiado. Después hace un carboncillo de aproximadamente un 60% del tamaño del cuadro final, que está a un costado de la muestra, de tal manera que ahora el trabajo se admira más, al saber cuánto se estudió para llegar al resultado final.

También quiero compartir un extracto sobre algo que dijo Leonardo de cómo se debía dibujar:
“Graba esto con rápidas anotaciones en un pequeño cuaderno con el cual siempre debes andar”.
Aquí Leonardo hacía referencia a cómo se debían estudiar los movimientos humanos. Extrapolando lo que dijo uno de mis ídolos, siempre hay que andar con papel y lápiz para anotar, estudiar, aprender.

Este palacio además tiene un salón que es del otro mundo, con un techo maravilloso.
(Aquí va una foto)

También tiene una capilla, que es un cuarto pequeño con un altar y no más de 12 asientos tallados y apoyados en la pared. Si es notable el fresco que da vueltas por toda la sala.

Después me vine a una plaza en donde está el famoso David. En realidad es una copia, ya que el verdadero está dentro de una galería, ya que por el 1800 y algo se dieron cuenta que estaba comenzando a sufrir graves daños. Nunca había estado en una plaza con más esculturas que esta. En general, Firenze es una ciudad en donde toda su construcción y arte me ha llamado profundamente la atención, y cumple con mis expectativas.

De ahí me fui hacia el Palacio Pitti, y para llegar a él atravesé una calle que en sus costados tiene esculturas de grandes figuras del arte y de la historia. Unas gringas le estaban tomando fotos a los que eran “Las tortugas Ninjas”, pero para su tristeza Raphael no estaba. También tuve que pasar un puente que es muy divertido, porque tiene joyerías en sus veredas. Demasiado oro en un puente.

Fui al palacio más bien por Los jardines de Boboli, porque ya estaba chato de tanto cuadro y escultura bonita. Este parque no me recuerda a nada antes visto. Quizás un poco al cerro Santa Lucía porque hay que subir muchas escaleras. Dos gringas casi se murieron al subir, en cambio a mi me volvió el alma al cuerpo, porque me encontré con un matrimonio chileno, que andaba con una sobrina italiana, pero hija de chilenos, y nos tomamos una foto.

De vuelta al jardín… no sé por qué me gustan tanto. Me encantaría tener una oficina acá y con un amplio ventanal para mirar sin restricciones. Lo único que se escucha es el canto de pájaros y algunos murmullos humanos de vez en cuando. Igual la entrada es cara (10 euros), pero hay que ser justos, la entrada también da derecho a visitar una de las galerías que existen en el palacio Pitti.

Cuando pensaba que estaba listo con el jardincito, apareció el último nivel, que vale la pena visitarlo. Hacia el horizonte es posible ver castillos y casas medianamente nuevas. Yo por lo menos no conocía un lugar así.


De ahí comencé a deambular por las calles de Firenze hasta llegar a la estación de trenes. Las calles angostas son muy bonitas y al igual que las callecitas de Buenos Aires tienen ese qué se sho. Me faltó mucho que conocer de esta ciudad, así que con mucho gusto volvería algún día a visitarla.

17 de junio

Lo debo!! pero revisen!!

domingo, 15 de junio de 2008

13, 14 y la mañana del 15 de junio

Al momento de escribir estas líneas estoy volando desde Berlín con rumbo a Milán. Se estima que el tiempo de viaje es de una hora y 20 minutos. Claramente no puedo subir este posteo desde el avión, pero lo dejaré escrito y apenas tenga una oportunidad lo subiré.

No había contanda nada nuevo hasta ahora, porque estuve bastante ocupado haciendo cosas, que ahora procedo a detallar.



13 de junio

Mentalmente el congreso se acabó para mi el 12 de junio, día en que expuse y pasó todo lo ya narrado con tal vez demasiado detalle. Así que el 13 fui al hotel del congreso y después de dar un par de vueltas y ver que no habían charlas muy interesantes para mi (control y diagnóstico había terminado el día anterior), decidí salir a turistear por Berlín. Destino: Charlie Checkpoint.

Previo a lo anterior, fui a Alexanderplatz con Demetrio, un profesor de mecánica de Brasil con quien nos hicimos bien amigos en el congreso. Fuimos a un par de presentaciones juntos a pelar lo chanta de algunas, y almorzarmos un par de días juntos conversando puras estupideces elevadas. Esto es lo choro de estos congresos: conoces gente nueva, y si tienes suerte, gente interesante. A lo mejor ahora Demetrio está prefarando su "café mariconito", que es café con chocholate rallado, canela y otras cosas.

Bueno, Charlie Checkpoint era una de los tres puntos de acceso a Berlín oriental. Los otros dos eran los checkpoint alfa y bravo, pero este es el más simbólico, y era el utilizado por los diplomáticos para pasar a través del muro. Claramente hoy no existe, pero hay una réplica de la garita y del letrero que advertía que se estaba dejando el lado aliado de Berlín. En el albúm 2da salida de Flickr podrán ver estas fotitos.

El sector está dominado por la historia del muro de Berlín, y tiene un museo muy interesante en el cual se cuentan historias de cómo la gente pasaba de un lado al otro. Es aquí donde uno puede confirmar el adagio “La necesidad tiene cara de hereje”. Túneles, mujeres dentro de dos maletas, debajo de las ruedas de repuestos, y tráfico de pasaportes por parte de diplomáticos, son algunos medios de los que ahí muestran. Minisubmarinos, globos aerostáticos, miniplaneadores ya son cosas más elaboradas. Incluso un auto blindado con cemento en sus puertas.

Salí de este museo y me encontré con un chileno. Mejor dicho, él me reconoció como tal y nos tomamos unas fotos y comenzamos a echar la talla. Este muchacho andaba en un congreso de la Deutsche Welle TV, y también paseando su resto. De ahí fuimos a la Puerta de Bradenburgo, y entre conversa y conversa me contó que era pololo de una niña que estudia derecho en la Chile, y que entró el mismo año que mi hermana. En ese momento llamé a mi hermana y le pregunté, y efectivamente fueron compañeras en primero, y mi hermana tenía una muy buena impresión de ella. Comprobado: el mundo es pequeño.

Lo más notable de la salida con este socito, fue la siguiente foto que me tomé:




Después de un paseo por el memorial ruso de la guerra fría, nos fuimos a comer por ahí. Comida vietnamita fue nuestra elección y unas cervezas. Debo decir que no es de mis comidas favoritas, pero tampoco estaba malo: pedí un pollo agridulce con arroz, y entre otras cosas tenía bambú, del mismo que comen los ositos panda. Sigo siendo de la idea de probar todo lo que se pueda, porque para McDonald's y Starbucks tengo el resto del año.

Nos separamos en Unter den Linden, y yo me las emplumé hacia mi casa, con unas ganas locas de hacer pipí después de esas cervezas. Acá en Berlín hay baños públicos como esos que hay por ahí en Santiago, y que para entrar debes echarle monedas (en Santa Lucía y en Parque O’Higgins vi de esos). El problema es que por ahí cerca no hay de estos baños, y sabía de uno que era atendido por gente. Dada la hora (como las 12 de la noche), lo más probable es que estuviese cerrado, pero igual fui. Atravesé la plaza, llegué ala esquina del baño y tal como lo pensé, estaba cerrado. Así que busqué unas matitas y comencé a hacer pipí en pleno centro de Berlín. Esto entra, diría yo, al tercer lugar de mis meadas más notables, todas por culpa de haber tomado algo de copete:

3er lugar: Pipí en NikolaiViertel, Berlín, 2008 (lo recién contado)

2do lugar: Pipí en Clara Burton Parkway, Washington D.C., 2002.
Después de manejar muchas millas en busca de un baño, sólo me acordé de una estación de servicio Exxon que había más adelante. Llegué con el auto hasta la mismísima puerta del baño, y dejé luces encendidas y puertas abiertas. Mientras hacía pipí, sentía de fondo la alarma del auto que indicaba que todo estaba encendido.

1er lugar: Pipí en calle Industrias, Angol, 2006.
Después de tomar algo de copete, estaba a tan sólo 2 kilómetros de mi casa, y andaba en auto, por lo que no me tomaría más de dos minutos en llegar. A medio camino tuve que doblar, bajarme del auto y hacer pipí en la muralla de un supermercado.

Y aquí termina este día.


14 de junio

Me levanté como a las 1, y nuevamente me despertó esta alemana loca del hotel. El asunto es que volví a Alexanderplatz para ir a la estación de trenes a comprar el pulento y manso ticket para trenes. Es un ticket que te da 5 días de viaje completo en tren por algunos países de Europa a tu elección, y en esos días se puede viajar lo que sea. En Alexanderplatz me comí una especie de choripán, muy típico por acá. Lo venden harto en la calle, y es como el equivalente de la sopaipilla con mostaza nuestra. Es un trocito de pan, y dentro de él se pone una vienesa asada, que sobresale largamente hacia afuera del pan. A la vienesa se le puede poner mostaza o kétchup, y cuesta 1,2 euros. Aquí les dejo una foto de uno de los tipos que los vende.


Me fui después de eso al museo de historia de Berlín. Es muy bonito y tiene muchas cosas, partiendo con los romanos, celtas y germanos, llegando hasta la época del muro de Berlín, pasando obviamente por el renacimiento, la reforma de la iglesia (luteranos, calvinistas), guerras varias, Otto Von Bismarck, revolución industrial y guerras mundiales. Muy completo el museo, y en el álbum “Museo de Berlín, dejaré todo el material recolectado”. A todo esto, quedé enamorado de una guía del museo: una niña más bien delgada, morena, de tez blanca, con una choreza y prestancia admirables… tenía su encanto.

Después, otro completito con una chela en la calle (no hay como almorzar en la calle) y su último recorrido por Berlín. Volví a Unten den Linden, y de prontó me desvié del camino, y encontré este hermoso lugar llamado Gendarmermarkt, que es un lugar en donde están las catedrales francesas y alemanas, separadas por un teatro. El lugar tiene una onda increíble, adornado por el sonido de las campanas cada una hora, y tuve la suerte de escuchar a músicos callejeros que le daban su toque. Dejaré videos de esto en el flicker en el álbum Gendarmenmarkt.

Me gustó el aire que respiraba en ese momento, lo que veía, tanto que tomé mi cuaderno y escribí lo siguiente:

“Me desvié de la ruta hacia la puerta de Bradenburgo, y como conejeando ando, llegué a Gendarmenmarkt, y me quedé. Algo cansado estaba, y buscaba un lugar piola, pero con cierta onda, y lo encontré.



A pasado mucha gente por acá, a pie, en auto, en bicicleta y a caballo. De música de fondo , he tenido mucha. Primero las campanas de la iglesia francesa, después a un guitarrista que tocó entre otros temas “I can’t get enough satisfaction” de los Rolling Stones, y un saxofonista que ahora le pone empeño.

Está nublado y hace algo de frío. Yo en pura camisa, pero no me importa. No quiero recorrer muchos lugares, prefiero encontrar uno lindo y disfrutarlo, respirar ondo, mirar, y grabar todo esto en la sección de recuerdo.






Sentado en la esquina de Markgrafenstrasse y Taubestrasse me acordé de tí, y de cómo me gustaría que estuvieses aquí conmigo”








Después, ultimos paseos por Berlín...tomé tranvía y me fui al hotel. Después de dar jugo con el loco del Toto, hice mi maleta, y dormí.



15 de junio
Y acá estamos, arriba del avión. Llegué al aeropuerto en tren y micro, ya que ahora que estoy más chorizo y no necesito de un taxi. Que derroche digo yo.

El avión despega. Última mirada a Berlín y a los parques eólicos de generación, a sus ríos y a sus casitas.

Después de un rato el mundo se termina y comienza una nueva dimensión, hermosa y desconocida. Floto sobre un piso de algodón.

Espero llegar a Milán, en donde tengo que tomar micro, tren y micro para llegar a mi destino, ya que compré un pasaje de avión rasca que llega a un aeropuerto rasca.

Debo apagar el PC, porque vamos a aterrizar. Adiós.

jueves, 12 de junio de 2008

12 de junio

Mi día comenzó a las 6:00 am. El sol a esta hora brilla fuerte en Alemania. También se tiene sol hasta muy tarde en la noche… es bonito esto.

Tomo un rico desayuno en el hotel: como dulces y me acuerdo de una hormiguita, juguito de jarana (que es parecido al de naranja), y un aliadito de jamón alemán con queso de vaca alemana, en un rollito muy rico. Algo de café con sacarina, que después de todo lo que comí es cinismo puro.

Me vestí un poco más elegante: una chaqueta ploma, jeans y camisa azul… pa que no crean que en el tercer mundo somos indios.

Tomé ese tranvía que tanto me gusta, y luego tomé el S-Bahn, y llegué al hotel de la conferencia muy temprano en la mañana, a las 7:20.La sala estaba vacía, así que cargué mi presentación con tranquilidad. Después llegaron los otros presentadores y me dijeron que el chairman estaba preocupado porque no llegué al desayuno. Les dije que yo tomé temprano en la mañana, y se sorprendieron por el hecho que yo haya llegado primero que todos.




Después conocí al chairman, un tipo muy agradable. Me preguntó acerca de mi fecha de titulación, y se sorprendió por el hecho que ingeniería durase 6 años en vez de 5. “Es como en Portugal, como en España”, me comentó.

La primera presentación estuvo algo fome, pero creo que fue una buena revisión bibliográfica acerca de teoría clásica de detección de fallas, así que llegando a casa leeré con detención este paper.

Mientras escuchaba esta presentación estaba nervioso, y un lugar de paz necesitaba. Volví a mi infancia: mi madre jugando conmigo, mi madre lavando a mano, mi padre llevándome a un estadio roñoso mientras yo miro mis zapatillas Diadora… cómo me gustaría tener el tiempo y el corazón para disfrutar más de ellos.

Y llegó el momento…

Partí comentando de donde era y todo eso, y me largué. Creo que estuve bien, pero siempre me queda ese dejo que pude hacerlo mejor. Después de eso vinieron las preguntas.
La primera fue de un viejo que se parece a Donald Sutherland (el papá en la vida real de Jack Bauer). Me preguntó por el número óptimo de termocuplas… ¡pregunta maraca! Y me cagó. Después otro gil me preguntó una cosa que no le entendí mucho, pero algo le respondí.

Finalmente el chairman me preguntó sobre cuál creía yo que era la principal ventaja de tener un método de aislación de fallas, le respondí, y me senté.

Me sentí como las pelotas, estaba disconforme con la última parte de todo esto. ¡Puta que estaba choreado! La presentación que vino después casi ni la pesqué, y la verdad, era medio fomeque, pero no menos interesante.

Al final de esta tercera presentación terminó la sesión. Me quedé un rato sentado, choreado por el tipo que me hizo esa pregunta maraca, y aquí la historia tiene un giro interesante…

Se acercó a mi el viejo que se parece a Donald Sutherland, y me dijo que le parecía muy interesante mi trabajo, y me hizo una preguntas ahora menos maracas, las cuales se las respondí de muy buena manera. De hecho, sus preguntas son lo que yo considero que es interesante de seguir investigando. Resultó que este viejo trabaja en Rolls Royce, y me comentó que ellos hicieron algo en mi área de investigación por ahí por los 90, pero después lo dejaron, y ahora están pensando en aplicarlo en motores de aviones. “We have a lot of data”, me dijo (tenemos un montón de datos), y créanlo o no, me dejó su tarjeta, y yo le dí la última que me quedaba, de mi querida Ingendesa.

Cómo ven, mi vida nunca es plana, y nunca vivo en el cero de la función seno: O estoy en menos pi medio o en más pi medio.

Rolls Royce… ¡ni siquiera tengo un auto chino!

El sueño de que alguien de la industria viera mi trabajo y que le haya parecido interesante se ha cumplido.

No puedo cerrar este post sin dejar de poner las cosas en perspectiva: Mi amigo Ian siempre me molesta porque soy del sur, y según él yo conocí la electricidad y dejé mi poncho sólo cuando llegué a la U el 99. En verdad querido Ian, tienes razón, y es por esto mismo que no debo ser un mal agradecido de la vida, de mi familia y de sus humildes orígenes.

A todo aquel que lea este blog le puedo decir que, no con mucho dinero, con educación pública de escuelita y liceo con letra y número, es posible intercambiar tarjetas con gente de la Rolls Royce. Para muestra, este humilde botón.

Estoy demasiado contento… me fumé un pito gigante con hierba rellena con nostalgia, sufrimiento y un montón de alegría, y estoy pegado al techo. Ground control to Major Tom…

Canción recomendada:
En momentos así, “My friend of misery” de Metallica siempre suena en mi mente…



miércoles, 11 de junio de 2008

11 de junio

Hoy fue normal... fui al congreso, almorcé allá, conversé con un brasileño, y fui a las prsentaciones.

Hubo un trabajo que me interesó, imprimí el paper para leerlo antes, y la presentación estuvo como el poto!!.

Después me vine al hotel a trabajar en mi presentación... me costó concentrarme... estaba ansioso.

Ahora tengo lista mi presentación. Gracias a quienes me ayudaron directamente: Carolina Ralph, Alfredo Nuñez, Andrea Medina.

Mañana, 8:30 hrs., 2:30 hora de Chile, presentaré. En sus sueños, mándenme sus buenas vibras porque necesitaré cada una de ellas.

Gracias a los que leen este cuchitril. Reciban mi cordial saludo.

Pablo Medina Cofré

martes, 10 de junio de 2008

10 de junio

Queridos lectores:

Y ya se terminó otro día más en Berlín, el cual comenzó ñoñamente con el habitual congreso, pero ayer tal como les conté, fui a un museo a tomar cerveza.

El museo era uno de historia de tecnología, lleno de aviones viejos (algunos perfectamente derribados en las guerras mundiales). Fue muy divertido ver como la tropa de ingenieros mecánicos revisaban las turbinas y trataban de adivinar qué modelo de turbina eran aquellas que no tenían identificación. Un tipo, en inglés, decía “No la puedo reconocer… tiene dos etapas en el compresor lo cual es muy adelantado para su época… tal vez alguna de las personas que anda por acá la conozca”, a lo que yo le dije “quizás te va a decir: Yo hice esa turbina por allá a comienzos de los 60… fue una muy buena turbina” porque la cantidad de viejos que anda es impresionante… y cual de todos más seco (y yo, terrible e pollo)

Conversé mucho con un compadre de Inglaterra, y me di cuenta que en todo el mundo, a la hora de comida y copete gratis, los ingenieros son los primeros en decir presente. Hablamos de Escocia, negocios (él po), historia,… un gallo re simpático. Es super agradable cuando en estos congresos te encuentras con gente así.

A todo esto, a mi compadre Jesús le digo, ayer cuando llegué al museo, me ofrecieron dejar mi mochila en un guardarropía, y lo atendían 5 alemanas en trajecitos de azafatas, todas ellas muy guapas y muy amables. Y cuando fui a buscar mi mochila, les pregunté si me dejaban tomarles una fotos “to my friends in Chile”, y me dijeron “No…We don’t like that” (no, ándate a la cresta). Pa la otra compadre!!

Hoy fui al congreso… NASA hizo su arribo con unos papers de detección de fallas en turbinas a gas de aviones… nótese que su trabajo futuro es de aislación (lo cual este pollo ya tiene algo bastante adelantado). Las presentaciones estuvieron muy buenas, al igual que el tutorial de la tarde, en la cual un Ingeniero mecánico analizó por qué los ingenieros cometemos errores al tratar de obtener resultados desde una perspectiva filosófica (así de ñoño). Después se presentó una propuesta de caso benchmark para porbar técnicas de detección de fallas. Me pareció una tremenda idea, así que ya tengo tema para seguir investigando (a la hora del Coco!!)

El tutorial terminó temprano, así que después de estudiar por enésima vez el mapa del metro, me fui a recorrer las calles de Berlín. Pasé por la filarmónica, un pedacito del muro de Berlín, la puerta de Bradenburgo, el Reichstag, el Bundestag, el parlamento, y una tirá de edificios más (en estos momentos estoy subiendo fotitos).

Berlín es bonito… su centro histórico es bonito, pero el resto es como una gran ciudad, pero mucho más tranquila que Santiago. (y con autos más bonitos… los taxis Mercedes, jajaja… presta tu Kompresor pa hacer una carrera!!)

Y eso… creo que es harto. No los aburro más y yo tampoco me canso más.

Tomen leche, coman pancito, y pórtense bien.

Berlineando ando... y el kuchën acá es muy rico... y la chela, jajajaja!!

Pablo Medina Cofré

lunes, 9 de junio de 2008

9 de junio

Ayer domingo desperté con ganas de ir al centro, pero el famoso jetlag me jugó una mala pasada. La cosa es que desperté a las 12:00 hrs. cuando una niña entró a mi pieza... lamentablemenete no se quedó, jejeje.

Después de eso fui a internet para tratar de entender el sistema de transporte de Berlín. Me costó su resto, pero lo logré. Con la ayuda de la página web de este sistema me embarqué en la búsqueda de encontrar una forma de cómo llegar al centro de convenciones desde mi hotel. Con la mala suerte que el tranvía está sufriendo desvios por reparaciones, igual me avispé y di con la ruta para llegar al tren que finalmente me lleva al congreso.

Después del reconocimiento del lugar, me fui a caminar, y di con estas callecitas pequeñas, muy al estilo del Barrio Concha y Toro. Almorcé en un local hindú y me tomé una cerveza muy rica, que me recordó a las de la HBH.

El amuerzo consistía en un Chiken Curry, ensalda, cerveza y una sopaipilla gigante, muy al estilo de las que hace mi abuela. Pronto pondré fotos.


Había locura por el debut de la selección alemana en la Eurocopa,así que me propuse ver este partido con verdaderos fanáticos alemanes. Entré a un bar medio oscuro, y me pedí unas chelas, y me senté a ver el partido en un telón. Puta que son gritones estos alemanes!! Y de nuevo vuelvo a decir que me gustaría aprender alemán para tirar puteadas!!. Cuando un alemán se perdía un gol... era escuchar una película de la segunda guerra mundial.

Trutucas, pitos, globos, y copas al suelo era el modo de meter ruido. De nuevo la cerveza estaba ok.

De ahi volví a mi hotel, y desperté para ir al hotel.

Pasando a temas ñoños, puedo contar que los algoritmos genéticos están entrando fuerte en la ingeniería mecánica, al igual que la optimización multiobjetivo. Hace tiempo que ando con ganas de meterle AG al diseño de torres de alta tensión, así que por lo visto es posible. (no hay tiempo para eso!!)

Tuvimos oradores destacados, quienes dieron luces de cuales son las principales direcciones a seguir en la industria de las turbinas a gas:

- Uso eficiente del combustible (queda poco, y caro)
- Reducción de emisiones (lo que Cerro Navia agredecería mucho)
- Mejoramiento de los materiales, de tal manera de poder operar a mayores temperaturas (y que onda con los Nox??)
-Modelamiento detallado de la distribución de temperaturas al interior de cámaras de combustión (así de específico)

De esta última parte me colgaré para comenzar mi presentación este jueves a las 8:30 hrs., ya que mi teme tiene que ver con los puntos calientes de las cámaras de combustión.

Eso por ahora... me voy a un museo a tomar chelas (believe it or not)

Saludos,

Pablo Medina Cofré... y posteen po!!

sábado, 7 de junio de 2008

Alexanderplazen Hotel

He llegado a Berlin, y ahora toy dando jugo en un cybercafe tomando una chela de a medio que me compré (harto buena la Pilsener)

Después de dar un poco de jugo en el aeropuerto, y que el guardia me revisara mi maleta porque no era de la Unión Europea, sino de Chile, llegué al hotel.

El taxi era un Mercedes a toda zorra. (voy a subir un video pa que cachen el nivel). Supongo que es el estandar de acá... Muchas bicicletas amarradas por ahi (otras sin amarras), y una ciudad muy tranquila (hasta ahora)

Al final nunca pasé por Francfort, era directo a Berlín el charter, y la diferencia horaria era otra. La cosa es que acá en Berlín son las 22:21 y en chilito son las 16:21.

Ando con sueño, y el teclado es raro (la y la tiene donde nosotros tenemos la z, y la z donde tenemos la y). Las e­ñes las hago como todo un ñoño computín (alt+164).

Eso por ahora... buscaré instrucciones de como comprar boletos de micro y donde puedo arrendar una cleta. Y si, hay niñas bonitas, pero no todas son Claudia Schiffer!.

Saludos.

Durante mi viaje no siempre estaré recomendando canciones, porque no estoy ni ahí!

En Barajas... joder tío!!

En los pocos minutos que me quedan del acceso a internet que compré (5,8 Euros la media hora), les cuento que ya estoy en Barajas. Cuando acá son las 15:00 hrs, allá son las 9:00.

El aeropuerto es más grande que la cresta. Una sola terminal es más grande que nuestro querdio SCL, y para cambiarme de terminal tomé un tren subtarráneo que pasa por debajo de las pistas del aeropuerto. A todo esto, el tren es autónomo (pronto subiré fotos y videos de esto).

En 55 min más me voy a Alemania, paro primero en Frankfurt (o como se escriba) para llegar finalmente a Berlín.

Opá, vio a hacé un corrá:

Video recomendado:

Hoy no hay canciones, sólo un video que me define como orgulloso chileno y admirador de nuestros embajadores acá en el viejo continente:

viernes, 6 de junio de 2008

The day has come!!

Y aquí estoy escribiendo las últimas líneas antes de dejar la pega. Las vacaciones serán pseudo-vacaciones, pero qué más da!!

No hay nada hecho, no hay ropa planchada, sólo calzoncillos y calcetines nuevos que compré hoy en la mañana, más una camisa que ni me la probé.

Tampoco hay nervios porque todavía no estoy convencido que me voy de viaje.

Visiten http://www.flickr.com/photos/poliferroso de cuando en cuando para que ver algunas fotos que iré dejando. Por ahora no hay nada ahí, pero esperemos que pronto haya algo.

Auf Wiedersehen!!

Canción recomendada:

Tendría que recomendar algo de Falco: Rock me Amadeus