domingo, 26 de agosto de 2007

Who wants to be older?

Anoche, en una de las mejores conversas que he tenido en el último tiempo, me senté a conversar con una amiga muy querida. A lo sureño, lo hicimos al lado de una estufa, sobre cojines en el suelo, y por supuesto, con ron y cigarrillos.

Cuántas cosas has pasado querida amiga en menos de un año. Tus problemas han sido mucho mayores que las estupideces por las que a veces pierdo el control.

Pasa el tiempo y cada vez pensamos más parecidos, sentimos muy parecido, y nuestros temores y ansias son comparables. Esto, aparentemente, es porque estamos más viejos, con una cierta cantidad de historias en el cuerpo.

Trade off, Trade off, es sinónimo de vida, de humanidad. Por ende, pareciera que la economía es una ciencia humana, a pesar de lo cerda que le pueda resultar para muchas personas. Y el que llega al equilibro, quien sabe moverse por las curvas de indiferencia, es aquel que alcanzó la sabiduría.

Amiga, con nuestro empuje, vamos hacia adelante con todo, y ojalá algún día, al lado de otra estufa, con más ron y cigarillos, podamos ver hacia atrás y decir que encontramos el equilibrio.


Canción recomendada:

Wiseman, de James Blunt, creo que al menos el título le viene como anillo al dedo a este posteo

lunes, 20 de agosto de 2007

Mis ojos no son lo que solían ser

Hoy en la noche pasé por un “On the Run” con mi hermana y me tuve que acercar mucho al mesón para poder leer el combo que quería pedir. Si a eso le sumamos que no puede leer con total nitidez los cuentos de “Santiago en 100 palabras” desde el otro lado de la línea del Metro, claramente podrán concluir que estoy piti.

Pero el comentario principal va por otro lado…

Recuerdo vagamente la primera vez que dieron Robotech, por allá por el año 88, creo. Recuerdo también como un grupo de amigos comentaba la muerte de Ben, aquel subalterno del escuadrón de Rick Hunter. Aparte de un lote de robots transformándose, sería todo lo que recuerdo de esa serie.

Ya cuando tenía como 10 años, algo más entendí de la serie, pero no sería como hasta los 16 años, cuando la vi como por tercera vez, cuando vi otras cosas: me di cuenta que Rick Hunter era un gil mangoneado, que la Lisa se lo paqueaba todo el tiempo porque el otro pelota andaba todo el día con el “Oh, Min Mey” en la cabeza, y que a pesar de sus líos de falda, siempre tenía tiempo para salvar al SDF1 de 4400 cruceros “V”entraedis.

Así como crecía, veía cosas diferentes.

Yo creo que algo similar debe pasar con “Los padrinos mágicos”: mientras los cabros chicos sueñan con tener “chocolate, pastel, papas fritas” a toda hora y se deleitan con lo chillón del pelo de Cosmo y Wanda, uno que es más grande disfruta de otros chistes, como los guiños a Amercian Idol o a Britney Spears.

En términos ingenieriles, la respuesta en frecuencia del ojo es variable en el tiempo, por lo que nuestro principal filtro no es de parámetros constantes. En estricto rigor, nuestra mente ha cambiado, siendo ahora más permeable a cosas que antes no.

Ayer fui a ver la clásica película de Woody Allen “Todo lo que siempre quiso saber de sexo, pero temía preguntar”. A pesar de que la vi cuando tenía como 15 o 16 años, ahora la disfruté mucho más, ya que estaba conciente de muchas otras cosas. Algunas tallas en inglés ahora las entendía mejor, y en general, mi mente estaba más sensible a las sutilezas de este genio del cine.

Lo que acabo de decir no es ninguna novedad, y de seguro que encontrarán mucho de esto en la literatura especializada y mucho mejor redactado. Sólo quiero hacer un comentario que no hubiese hecho la primera vez que vi Robotech.


Canción recomendada:

Cuando ando medio pensativo, como he andado en estos últimos días, recuerdo un disco que salió hace muchos años: “Urban hymns” del grupo “The Verve”. Tiene muy buenas canciones, pero “Lucky man” por ahora será la elegida.

miércoles, 8 de agosto de 2007

A crazy world

Como hace tiempo que no escribía en mi blog, tengo muchas cosas para contar: me cambié de trabajo entre disputas de peces gordos mi actual empresa y la anterior. También podría contar cuando uno de los hombres azules de Blue Man Group me pintó un cachete de la cara de azul o sobre buenos carretes en los que he participado últimamente.

Pero hace tiempo que ando con lago que me da muchas vueltas en la cabeza con respecto a las relaciones de parejas entre gente de mi edad con una tolerancia de más menos 5 años (entre 21 y 31 por si ud. no está acostumbrado a la jerga estadística)

Esta mañana escuché la canción de Alicia Keys, “A Woman’s worth” (el valor de una mujer). Esta canción trata de un llamado de atención que le hace una mujer a su pareja en la cual le pide que la trate bien, y que si él lo hace ella le “entregará todos sus bienes”, y lo pondrá a él primero que todo. ¿Bonito, no?, pero, ¿es así cómo funcionan las cosas hoy en día?

Parece que hoy todo el mundo anda con deseos de “güebiar”, y este chilenismo es muy recurrente en las conversaciones que he tenido tanto con hombres y mujeres en el último tiempo. No tiene nada de malo que una pareja guste de salir y pasarlo bien, todo lo contrario, pero el significado que se le da a esta expresión tiene que ver más con la promiscuidad y con la infidelidad.

Ejemplo: “Si yo no cagué a mi polol@, me metí con otr@ pa güebiar un rato no más”

No logro entender con qué razón mi amigos se comprometen a tener una relación, porque hasta donde yo recuerdo, la fidelidad es algo básico, y sin ella no existe una relación de pareja. A pesar de que yo no comparto tener relaciones sólo por güebiar, entiendo perfectamente a quienes son más derechos y prefieren no comprometerse, dejando clarísimo desde un principio que el concepto de pareja única no se utilizará en la relación.

Cada vez que salgo siento que transmito y recibo en una banda de frecuencia muy distinta en la que hoy se comunica la gente. Algo no me calza en cómo se están llevando las relaciones de pareja hoy en día. Para que entiendan mi complicación, creo que mejor explico qué es lo que yo busco: una relación en la cual dos personas sean cómplices, amigos y amantes, que hagan sacrificios o renuncias para pasar algo más de tiempo juntos, con derecho a espacio propio, y por sobre todo, fieles con el otro

Percibo que lo de complices, amigos y amantes hoy se consigue por separado. Varias veces he escuchado a hombres reconocer que tienen relaciones con otras mujeres excusándose que “no es lo mismo que con mi polola”. Es como que a su pareja la tuvieran en un altar para contemplarla y ni siquiera tocarla, lo que me parece absurdo.

También creo que la parte del sacrificio y renuncia es importante. Percibo aquí la gran diferencia entre los que les gusta güebiar y los que disfrutan de una relación de pareja. Hay que entender que no todo se puede conseguir en la vida, y menos de manera simultanea. Las renuncias, aunque sean pequeñas, son importantes.

El espacio propio es importante, ya que el carácter individual ha sido construido a pulso. Hay quienes disfrutan de una actividad pero para llegar a realizarla a cierto nivel han tenido muchas veces que hacer sacrificios, por lo que un corte de alas repentino es casi como la amputación de una buena parte de su alma.

Lo de la fidelidad ya fue tratado en extenso previamente.

Por más que he tratado de encajar en este mundo, no lo he logrado. No es que haya querido encajar por deseo propio, sino que he sentido la necesidad de no quedarme a bajo de este tren dando la hora.

No se si pertenezco a otro tiempo o algo por el estilo, pero siento que la ropa de esta temporada no me queda bien. Por ahora no me subiré a este tren, pero si seguiré monitoreando cada uno de sus viajes con mucha atención.

Se abre el debate.

Canción recomendada:

En una salida que tuve con una muy buena amiga, ambos coincidimos que el tema “Blind cruve” de Marillion es un temón, al igual que todo el disco Misplaced Childhood. Enjoy it.