lunes, 20 de agosto de 2007

Mis ojos no son lo que solían ser

Hoy en la noche pasé por un “On the Run” con mi hermana y me tuve que acercar mucho al mesón para poder leer el combo que quería pedir. Si a eso le sumamos que no puede leer con total nitidez los cuentos de “Santiago en 100 palabras” desde el otro lado de la línea del Metro, claramente podrán concluir que estoy piti.

Pero el comentario principal va por otro lado…

Recuerdo vagamente la primera vez que dieron Robotech, por allá por el año 88, creo. Recuerdo también como un grupo de amigos comentaba la muerte de Ben, aquel subalterno del escuadrón de Rick Hunter. Aparte de un lote de robots transformándose, sería todo lo que recuerdo de esa serie.

Ya cuando tenía como 10 años, algo más entendí de la serie, pero no sería como hasta los 16 años, cuando la vi como por tercera vez, cuando vi otras cosas: me di cuenta que Rick Hunter era un gil mangoneado, que la Lisa se lo paqueaba todo el tiempo porque el otro pelota andaba todo el día con el “Oh, Min Mey” en la cabeza, y que a pesar de sus líos de falda, siempre tenía tiempo para salvar al SDF1 de 4400 cruceros “V”entraedis.

Así como crecía, veía cosas diferentes.

Yo creo que algo similar debe pasar con “Los padrinos mágicos”: mientras los cabros chicos sueñan con tener “chocolate, pastel, papas fritas” a toda hora y se deleitan con lo chillón del pelo de Cosmo y Wanda, uno que es más grande disfruta de otros chistes, como los guiños a Amercian Idol o a Britney Spears.

En términos ingenieriles, la respuesta en frecuencia del ojo es variable en el tiempo, por lo que nuestro principal filtro no es de parámetros constantes. En estricto rigor, nuestra mente ha cambiado, siendo ahora más permeable a cosas que antes no.

Ayer fui a ver la clásica película de Woody Allen “Todo lo que siempre quiso saber de sexo, pero temía preguntar”. A pesar de que la vi cuando tenía como 15 o 16 años, ahora la disfruté mucho más, ya que estaba conciente de muchas otras cosas. Algunas tallas en inglés ahora las entendía mejor, y en general, mi mente estaba más sensible a las sutilezas de este genio del cine.

Lo que acabo de decir no es ninguna novedad, y de seguro que encontrarán mucho de esto en la literatura especializada y mucho mejor redactado. Sólo quiero hacer un comentario que no hubiese hecho la primera vez que vi Robotech.


Canción recomendada:

Cuando ando medio pensativo, como he andado en estos últimos días, recuerdo un disco que salió hace muchos años: “Urban hymns” del grupo “The Verve”. Tiene muy buenas canciones, pero “Lucky man” por ahora será la elegida.