sábado, 22 de septiembre de 2007

¿La vida viene en tamaño unitario?

Hace tiempo que le vengo dando vueltas al asunto de vivir solo, ya que en más de alguna ocasión a salido al baile en las conversaciones que he tenido tanto con mi familia con mis amigos.

Ayer llegué en la tarde a mi departamento, y me tocaba hacer aseo profundo (léase rincones, muebles, baño, cocina, balcón, entre otros), y una vez que terminé, me di cuenta que no tenía nada para comer, salvo un yogurt y un bolsito de cereales. Una vez que me lo comí, me senté a ver Los Simpsons, y antes de quedarme profundamente dormido, fui al supermercado.

Saliendo al super, me encontré en la puerta del edificio con el repartidor de MasterPizza quien venía a saciar el hambre de algún miembro del edificio, pero traía DOS pizzas pequeñas. Si alguien se pregunta por qué no compré yo una pizza pequeña, le cuento que ellos no hacen repartos por menos de $3.500, que es un poco menos de una pizza mediana, con la cual quedan más que bien DOS personas, y como vivo sólo, estoy condenado a la gordura o a la hambruna.

Una vez en el super, comenzó mi compra. Por suerte, los yogures y los cereales están en tamaños individuales, y existen los displays de quesos y jamones, que duran perfectamente para una semana. El pan integral de molde se conserva super bien en el refrigerador.

¿Cuándo comienzan mis problemas? Cuando quiero hacer cosas que me gustan, pero lamentablemente se necesitan DOS. Por ejemplo, me gusta el vino porque el vino es bueno, y no me puedo tomar una botella de vino solo (o sea, si puedo, pero después pierdo el gusto y no puedo disfrutar el vino). Si abres el vino, a los pocos días se pierde la gracia, así que por eso no compro muy seguido vino para mi sólo. Existen botellitas individuales, pero no de los vinos que me gustan.

Otro problema: salir a comer. De pronto tengo ganas de salir a comer algo rico, y no puedes ir sólo, tienen que ser DOS como mínimo. Entonces, o esperas a que se junte un grupo de amigos o comes pan integral con una rica cerveza (que es bastante rico después de todo).

A la hora de cocinar, para uno es super fome. Vale la pena ensuciar y lavar cuando al menos DOS se van a sentar a comer. También salir a hacer trekking, lo cual se me dificulta mucho más dado que mis amigos son todos unos flojos.

Alguien medianamente inteligente podrá pensar que con una pareja (en mi caso, una polola) se solucionan todos estos problemas. Y si me asegura eso así no más, comenzaría a dudar de su inteligencia.

Vamos por parte. Salir a comer. Si a mi me gustan las carnes a la parrilla y a ella las ensaladas, sonamos. Si a ella le gusta el vino riesling y a mi el merlot, quedamos en las mismas. O si vamos al cine, existe la probabilidad de que discutamos a qué película ir, y a que cine ir, y a que hora ir.

La verdad, es que no se qué es peor: o no poder realizar las actividades que me gustan para las cuales se necesitan más que DOS, o tener que discutir para realizar una de ellas.
Estas discusiones son viejas, y de alguna manera quedan plasmadas en la película Annie Hall de Woody Allen (quien sacó un nuevo libro que no se si ya está en Chile). En esta película, Allen además describe muy bien las relaciones de pareja a través de un chiste en el cual una persona va al médico a quejarse por la gallina imaginaria de su hermano, a lo que el doctor respondía con un “mate la gallina de su hermano”, pero el paciente no quería porque se iba a quedar sin los huevos. Allen reflexiona que las relaciones de parejas son irracionales, pero que uno siempre necesita los huevos.

Por ahora, busco una solución en el corto plazo a mi problema, y si mal no recuerdo, Gregory House (House M.D.) lo resolvió, al menos parcialmente. En un capítulo, un paciente le saca el rollo (su soledad y sus ganas de ser mejor médico) y lo condena a nunca tener a alguien en su casa para que lo espere con un trago o una cena, por lo que él agradece a Dios haber inventado el microondas,

Al menos soluciona el problema de la pizza helada, por lo que esta tarde compraré un microondas por Internet.



Canción recomendada:

Hoy quiero recomendar tres canciones.

La primera de ellas es relacionada con el tema de la soledad, pero la escogí porque es un temón de aquellos, una tremenda Monster Ballad: “Alone again” de Dokken. Corta venas a morir y tremendamente recomendable para bajarla. También sirve para ambientar otras cosas.

La segunda es “Mala”, cantada por el ilustrísimo Guaripolo, ya que me recuerda lo malo que es la pizza helada y la guerra en Bosnia

Y la última la canta Vladimir Visotsky, que en español se llamaría “Los Caballos”. Lamento no saber ruso para disfrutar mejor sus canciones, porque la letra es intensa. Si Lola Melnick lee este blog, acepto gustoso su compañía y su ayuda lingüística.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Un día perfecto

Cuando chico una tía me decía "poto con caca" porque nunca podía estar tranquilo. A lo mejor ahora le dicen "hiperactividad", pero recuerden que yo soy del sur y allá como que no le somos muy letreados. Ahora soy peor...

Soyun inquieto de mierda que necesita estar haciendo cosas, porque o si no siento que desperdicio el tiempo, por lo que un buen día para mi son aquellos en los que puedo hacer de todo y de manera intensa.

A pesar que anoche me quedé preparando una clase que tenía que hacer hoy hasta las 2 de la mañana, hoy desperté a las 6:30 y como todos los días me fui a la pega, pero hoy primero pasé al gimnasio y estuve ahi desde las 7 hasta las 8. Dado que volví al trote hace algunos días, me di cuenta que necesito tener un poco más de fuerza para poder mejorar el paso.

Después de una ducha en el gimnasio, que a todo esto es de la empresa en donde trabajo y queda al frente de mi pega, me ensañé con el Autocad y terminé unos planos de una subestación que estoy diseñando, con lo que salí de unos cachitos que tenía por ahi. Durante la tarde comencé el diseño de otro proyecto, y en resumen puedo decirles que trabajé intensamente.

Siendo las 18:00 hrs. tomé mi bicicleta y me fui a la U para hacer la clase que estuve preparando, y después de unas peleas con el proyector, continué con lo que había preparado. Creo que fue una buena clase.

Mientras venía en bicicleta de vuelta a mi casa, llamé un radiotaxi para que me fuera a buscar porque lo mejor del día estaba por venir: una comilona en una tratoría con algunos de mis amigos

Éramos un grupo de 6 "ingenieros jóvenes", todos eléctricos y compañeros de la U, ya con algo más de platita en el bolsillo, que hace mucho tiempo que no nos juntábamos, y que mejor que hacerlo comiendo una pizza de un campeón mundial de la especialidad (el local está en Pedro de Valdivia con Irarrázabal por si se anima). Recuerdos, tallas laborales, planes de matrimonio y el anuncio de la llegada de un hijo de los contertulios amenizaron la velada.

Todo fue bueno, tanto que amerita dejarlo registrado.

Ojalá que vengan más de estos días.


Canción recomendada:

Para terminar el día, un poco de relajo con Keane y su tema "Bedshaped"

sábado, 1 de septiembre de 2007

Giroscopios como medio de transporte

O bicicleta, si prefieren llamarlo así. Es mi nuevo medio de transporte.

Si alguien se pregunta por qué tomé esta decisión, creo que con imágenes se puede expresar mejor mi situación.






Esta foto la tomé un día a las 6 y media de la tarde en Los Héroes. Hace poco se la mostré al presidente electo de la IEEE cuando lo fui a buscar al aeropuerto, y me dijo que le recordaba mucho a Tokio. Lo más gracioso, es que el se acordaba de su última visita a Santiago hace unos años atrás, de lo bueno que era el Metro (Zamorano tiene la culpa, no Lagos ni Bachelet)









Si todavía no es suficiente, también puede ver esta otra gráfica.


Los tres puntos que ahí marco son destinos habituales, y como pueden ver, me quedan bastante cerca (2,2 km a la pega y 2,8 km a la casa de mi hermana). Como dato, desde mi casa a mi pega, en Metro me demoro 30 minutos aproximadamente, mientras que en bicicleta no más de 15 minutos.

Y si todo lo anterior no es suficiente, les puedo contar que me puedo dar el lujo de meterme a la ducha a las 7:53 A.M, tomar desayuno y llegar justo a las 8:30 a mi escritorio, sin tener que exigirme en el pedaleo.

Hace años que tenía ganas de comprarme una cleta buena, pero claramente el estudiante promedio no tiene mucho dinero. Así que ahora que entré a trabajar, me dije a mismo: “Me voy a dar un lujo Guru Guru” y me compré una chanchita de buena familia, limpiecita y de buen calefón (nótese la tilde en la o)

Veo puras ventajas en movilizarme en bicicleta. Puedo ir a ver a mi hermana a su casa (ver la Figura N°2) y volverme tarde sin mayores inconvenientes, ya que la ciclovía de Curicó es muy buena, y además viene de bajadita, así que llego muy rápido a mi casa.

También he podido pasear por Santiago, recorriendo la costanera, el parque del Canal San Carlos en Tobalaba, y también hacer un poco más de ejercicio en el parque Mahuida al final de La Reina. También me ha gustado mucho la ciclovía de Pocuro, ya que es muy ordenada, y en general el sector es muy piola. A pesar de todo, todavía queda mucho para mejorar estas vías en la ciudad.

Si quiere unirse al movimiento ciclista, junte un poquito de plata, pasee un día por San Diego (recomiendo Marga Bike, en Curicó con San Diego) y ármese su chanchita. Lo pasará bien, se lo prometo.

- No a las motos en las ciclovías
- No a las bicicletas con motores mosquito en las ciclovias, porque no son bicis, son motos.
- No más fugones escolares, y no más escolares (grande Guaripolo)


Canción Recomendada:

De una de mis bandas favoritas, Queen, Bicycle Race.