domingo, 27 de abril de 2008

Leyes de ajuste

Primero que todo comienzo avisando para aquellos que pasan fugazmente por este rinconcito del ciberespacio, que el próximo posteo será ultra ñoño (exponencialmente más ñoño que lo habitual). Si existe una pobre alma en búsqueda de convencimiento del cálculo en por unidad de sistemas eléctricos con banco de transformadores monofásicos, este será su lugar.


Hoy quiero reflexionar sobre las leyes de ajuste. Dentro de la disciplina del control automático existe una rama que es el Control Adaptivo, y dentro de esta rama existen desarrollos que permiten determinar los parámetros de un sistema. Por parámetros se entiende una característica que debiese ser constante, pero que frente a ciertos eventos puede variar.

Supongo que en la vida también los parámetros varían, y creo que los más críticos son los que tienen que ver con las expectativas. ¿qué pasa cuando estas varían?

Lo interesante de la variación de las expectativas es que estas por lo general no cambian por si solas, sino frente a hechos irrefutables que en un primer momento no se veían por ningún lado. Si uno no se ajusta a este cambio, lo único que se puede esperar es amargura, ya que mentalmente se estaba “seteado” para algo diferente.


Al igual que una planta cualquiera, si los parámetros cambian y no se hace un nuevo “seteo”, sólo queda esperar el desorden. Es ahí donde este control adaptivo hace los ajustes necesarios para “resetear” el sistema, pero con un transitorio que a veces puede ser desagradable.

Siguiendo con los supuestos, todo indica que por muy doloroso que parezca uno debe ajustar sus expectativas sin temor al transitorio, porque si se es inteligente, será posible optar a un régimen permanente más placentero.


Sin ir más lejos, este fin de semana no se acercó para nada a lo que yo tenía planeado: con una pierna inflamada y sin comida en el refrigerador, todas mis expectativas se vieron diluidas. Por suerte encontré una ley de ajuste la cual me llevó a ignorar el dolor de mi pierna y a abandonar el reposo autoimpuesto para ir al cine. Me encontré con una muy buena película como MirageMan y que se coronó a la salida con una deliciosa caminata bajo la lluvia, con Pink Floyd en mis fonos. El transitorio no fue agradable, pero el régimen permanente alcanzado valió la pena.


Dicen que tener expectativas no es bueno. En lo personal, ese comentario lo encuentro demasiado cortoplacista, pero sí creo que estas no deben ser tan rígidas.


Como conclusión, creo que dentro de las lecciones que uno debe con el tiempo aprender a obtener del ejercicio del diario vivir es la selección de la mejor ley de ajuste posible, lo cual debiese llevar a una felicidad duradera.

Éxito para todos en esta nueva semana que está por comenzar.


Canción recomendada:


En el último tiempo uno de los mejores álbumes que me han recomendado es uno de Pink Floyd en donde salen temas notables como “Wearing the inside” y “Take it back”. Aparte de estos, quiero recomendar el tema “Coming back to life”.