miércoles, 8 de agosto de 2007

A crazy world

Como hace tiempo que no escribía en mi blog, tengo muchas cosas para contar: me cambié de trabajo entre disputas de peces gordos mi actual empresa y la anterior. También podría contar cuando uno de los hombres azules de Blue Man Group me pintó un cachete de la cara de azul o sobre buenos carretes en los que he participado últimamente.

Pero hace tiempo que ando con lago que me da muchas vueltas en la cabeza con respecto a las relaciones de parejas entre gente de mi edad con una tolerancia de más menos 5 años (entre 21 y 31 por si ud. no está acostumbrado a la jerga estadística)

Esta mañana escuché la canción de Alicia Keys, “A Woman’s worth” (el valor de una mujer). Esta canción trata de un llamado de atención que le hace una mujer a su pareja en la cual le pide que la trate bien, y que si él lo hace ella le “entregará todos sus bienes”, y lo pondrá a él primero que todo. ¿Bonito, no?, pero, ¿es así cómo funcionan las cosas hoy en día?

Parece que hoy todo el mundo anda con deseos de “güebiar”, y este chilenismo es muy recurrente en las conversaciones que he tenido tanto con hombres y mujeres en el último tiempo. No tiene nada de malo que una pareja guste de salir y pasarlo bien, todo lo contrario, pero el significado que se le da a esta expresión tiene que ver más con la promiscuidad y con la infidelidad.

Ejemplo: “Si yo no cagué a mi polol@, me metí con otr@ pa güebiar un rato no más”

No logro entender con qué razón mi amigos se comprometen a tener una relación, porque hasta donde yo recuerdo, la fidelidad es algo básico, y sin ella no existe una relación de pareja. A pesar de que yo no comparto tener relaciones sólo por güebiar, entiendo perfectamente a quienes son más derechos y prefieren no comprometerse, dejando clarísimo desde un principio que el concepto de pareja única no se utilizará en la relación.

Cada vez que salgo siento que transmito y recibo en una banda de frecuencia muy distinta en la que hoy se comunica la gente. Algo no me calza en cómo se están llevando las relaciones de pareja hoy en día. Para que entiendan mi complicación, creo que mejor explico qué es lo que yo busco: una relación en la cual dos personas sean cómplices, amigos y amantes, que hagan sacrificios o renuncias para pasar algo más de tiempo juntos, con derecho a espacio propio, y por sobre todo, fieles con el otro

Percibo que lo de complices, amigos y amantes hoy se consigue por separado. Varias veces he escuchado a hombres reconocer que tienen relaciones con otras mujeres excusándose que “no es lo mismo que con mi polola”. Es como que a su pareja la tuvieran en un altar para contemplarla y ni siquiera tocarla, lo que me parece absurdo.

También creo que la parte del sacrificio y renuncia es importante. Percibo aquí la gran diferencia entre los que les gusta güebiar y los que disfrutan de una relación de pareja. Hay que entender que no todo se puede conseguir en la vida, y menos de manera simultanea. Las renuncias, aunque sean pequeñas, son importantes.

El espacio propio es importante, ya que el carácter individual ha sido construido a pulso. Hay quienes disfrutan de una actividad pero para llegar a realizarla a cierto nivel han tenido muchas veces que hacer sacrificios, por lo que un corte de alas repentino es casi como la amputación de una buena parte de su alma.

Lo de la fidelidad ya fue tratado en extenso previamente.

Por más que he tratado de encajar en este mundo, no lo he logrado. No es que haya querido encajar por deseo propio, sino que he sentido la necesidad de no quedarme a bajo de este tren dando la hora.

No se si pertenezco a otro tiempo o algo por el estilo, pero siento que la ropa de esta temporada no me queda bien. Por ahora no me subiré a este tren, pero si seguiré monitoreando cada uno de sus viajes con mucha atención.

Se abre el debate.

Canción recomendada:

En una salida que tuve con una muy buena amiga, ambos coincidimos que el tema “Blind cruve” de Marillion es un temón, al igual que todo el disco Misplaced Childhood. Enjoy it.